La vida no se trata
simplemente de recorrerla como una carretera en un vehículo a toda velocidad.
Siempre hay algo que te hace detener y observar los pequeños detalles de esa
carretera, el viento, el paisaje o simplemente una sonrisa. ¿Amor? Puede ser… ¿Maternidad?
Absolutamente… pero, ¿Qué hay de las mejores amigas a lo largo de nuestra vida?
Aquellas pequeñas hadas que nos acompañan en cada momento de nuestras vidas,
con las que reímos hasta más no poder, aquellas que saben hasta nuestros más
oscuros secretos, esas que nos regalan su hombro manos y cabello para llorar,
esas cejas juntas que nos llaman la atención cuando nos cuesta entrar en razón,
aquellas que nos dicen ¡No! Y también ¡Sí!, con quienes no necesitamos hablar, tan solo necesitamos una mirada, quien no te juzga ni te regaña porque no
hablemos todos los días… y lo más importante… que siempre pero siempre están
ahí.
¿Podemos tener varias “mejores
amigas” a lo largo de nuestra vida?, yo creo que sí, y cada una de ellas, para
mí, han formado la persona que soy hoy en día.
Comenzando el camino en
mi carretera, cuando iba en primero o segundo básico conocí a quién se ha
convertido en mi otra mitad, una amiga incondicional en todo aspecto de nuestra
relación, la adolescencia la pasamos como siamesas, nos ilusionamos, lloramos,
y nos mega ultra reímos juntas. Pero, de pronto nos cayó la vida encima y a
pesar que somos madres, esposas y etc… aún nos vemos y la sigo considerando mi
hermana del alma. Incluso nuestros hijos cumplen años el mismo día XD.
Cuando iba por esa
carretera, esa nueva y expectante, esa carretera que se comienza cuando sales
de casa a vivir tu propia vida, me detuve una vez más encontrándome con una
pequeña hada envuelta en papel higiénico disfrazada de momia, (jajajaja) de eso
han pasado 15 años, y contando… compartimos experiencias, dolores, y nuevamente
muchísimas risas, buena música y anécdotas para escribir un libro. Conocimos
juntas el comienzo de una carretera que nos esperaba un poco más maduras. Este
año al fin fui testigo (literalmente) de unos de sus más grandes sueños. Y
espero sigamos cumpliendo muchos más juntas.
En unos de los giros de
esta larga carretera, pasaba por una de esas curvas hermosas, en donde ya había
conocido al amor más puro que una mujer puede conocer, como lo es un hijo. En
esta carretera me encontraba detenida, organizando mi nueva vida como madre y
reencontrándome con mí cuidad, ya que había vuelto a mi nido después de haber
volado por casi 9 años sola. Volvía con compañero y bebe abordo. Fue cuando la
vida me detuvo una vez más en esta carretera, conociendo a mi nueva hada desde
el más puro dolor, encontrándola en uno de sus peores momentos. Sin saberlo me
involucré en su vida y ella en la mía, como si nos hubiésemos conocido desde
antes, desde hacía tanto antes que ninguna fue consciente y hoy después de casi
10 años sabemos y reconocemos ese lazo tan fuerte que nos unió y que nos
une y unirá.
La carretera me ha
llevado por varios caminos, algunos han sido alamedas, otros pequeños pasajes,
donde entras y sales rápido, como también he tenido que devolverme cuando he
entrado a pasajes sin salida, pero sin importar el rumbo que tome, sé que ahí
estarán mis hermanas del alma, para empujarme, sostenerme, o caer conmigo. Así
son las amigas, aquellas pequeñas hadas disfrazadas algunas de momias,
superhéroes o lo que sea, nos pondrán el hombro, las manos, la sonrisa o nos
zamarrearán. Como también siempre estaré ahí para ellas. Siempre estarán las
sonrisas, los cariños, la preocupación, la admiración y el amor infinito.
Hoy por hoy recorro una
carretera difícil, con poco tiempo para todo lo que me gusta hacer, porque la
vida es así, sin embargo, me he detenido y me he encontrado con dos hadas maravillosas,
desprendidas de conocimiento, compartiendo sin pedir nada a cambio, escuchando,
sosteniendo, apoyando.
En este camino siempre
hay personas en la orilla del camino, a quienes vas observando cómo se hacen
chiquititas a través del espejo retrovisor, pero que sin duda van dejando
huellas, para bien o para mal, pero que debían estar ¿aprender?
Quizás…
Las amigas son esa otra
parte de nosotras mismas, esa parte que nos hace ser auténticas, esa otra parte
que nos hace ser valientes, la amistad nos convierte en guerreras, en monstruos
asesinos también cuando nos tocan una de las nuestras… las amigas, esas
mejores amigas son las que nos hacen que la vida no sea tan dura.
Para las amigas siempre
debe existir un momento para detenernos a observar los detalles de este camino
junto a un cafecito y un trozo de torta. O si el tiempo apremia siempre podemos pasar por un abrazo en donde estén. ¡Las adoro! Gracias por habernos
reencontrado, para ellas, mis mejores amigas.
¿Y tú?…. ¿Has ido
coleccionando mejores amigas a lo largo de tu carretera?
que lindooooo!!!!!! siempre en mi corazon mi feita hermosa te loveo fo ever jajajja y siempre, siempre a pesar de la distancia estamos juntas ;)
ResponderEliminarMe Gusto
ResponderEliminar